Sector no estatal: un eslabón importante del turismo en Las Tunas
Cuba es atractiva para el turismo, por ello desde los inicios de la Revolución se aprovecharon las potencialidades geográficas y culturales para atraer a los visitantes extranjeros. Esta ciudad no es de las más prósperas del sector pero respecto a etapas anteriores se ha visto un aumento gradual en la afluencia de turistas.
En medio de este contexto los trabajadores no estatales con licencias para el arrendamiento de habitaciones compiten por la excelencia del servicio. Rudi Carralero es propietario del Hostal Casa Violeta, él comenta su experiencia dirigiendo un negocio que hace solo tres años decidió emprender.
«Estamos en una de las arterias principales de esta ciudad por tanto recibimos a muchos extranjeros de tránsito que llegan desde otras provincias del país. La mayoría pernoctan en la noche y continúan su recorrido. Hay algunos que frecuentan año tras año pues se sienten a gusto con el servicio.
«Esa es la cartera principal de clientes que visitan nuestro hostal. Hemos avanzado a pesar del fatalismo geográfico de Las Tunas, pues como todos sabemos no es de las más visitadas por el público extranjero».
La cantidad de turistas que llegan hasta esta ciudad no está en coherencia con la cantidad de hostales, situación que pone en desventaja a algunos trabajadores del sector no estatal y por supuesto demanda la búsqueda de estrategias de mercado para llamar la atención.
«Pienso que la publicidad es el alma del comercio y qué mejor publicidad que un buen servicio, esa es nuestra carta de presentación. Si un cliente se siente a gusto seguramente le dará la referencia a los demás. Por tanto la calidad es la principal aliada.
«Además promocionamos el hostal en las redes sociales, una acción con resultados pues muchos de los que llegan aquí, lo hacen porque de alguna u otra forma han visitado el perfil del hostal en Facebook».
Un trabajador experimentado del sector se refiere a la evolución de normas que facilitaron en su momento la apertura de casas de renta pero que atentaron contra la calidad del servicio en algunos casos.
«La patente de nuestro negocio hace algunos años era 200 pesos convertibles mensualmente por cada habitación, luego pasó por un proceso de transformaciones y en la actualidad, pagamos 35. Sin dudas un cambio notable.
«Recuerdo que en 1999 cuando yo comencé este trabajo, solo eran ocho casas en Las Tunas las dedicadas oficialmente a la renta y hoy imagino que superen las 200. Pero esta mejoría también ha permitido que muchas personas sin las condiciones óptimas en sus locales abran el negocio y es una pena realmente».
Algunas inconformidades surgen al calor de las nuevas medidas adoptadas para regir el trabajo no estatal pero otras son tan longevas como el propio negocio.
«Considero innecesaria la nueva regulación que salió en la Gaceta Oficial la cual refiere que debemos depositar el 65 por ciento de nuestras ganancias en una cuenta fiscal. Esto es puro trámite, porque tan pronto lo ingrese ya tengo acceso al dinero. Además no es entendible tratar de pasar un mes tratando de vivir con el 35 por ciento para al final de mes poner el resto en una cuenta que es mía y de la que puedo disponer.
«Tampoco entiendo por qué debo tener dos cuotas mínimas en esa misma cuenta, en mi caso son más de cinco mil pesos que tengo hipotecados en una cuenta que no genera intereses. Lo otro que necesitamos es un lugar donde comprar las cosas que necesitamos a un mejor precio, totalmente diferenciado».
El desarrollo del turismo en Las Tunas depende en buena medida del trabajo eficiente del sector no estatal. Pero todavía es necesario viabilizar gestiones como la venta de recursos a precios mayoristas y tener mejor control de los negocios para que el servicio de calidad sea el que prospere y no lo contrario.