Los valores del patrimonio industrial retoman vida hoy en la ciudad de Camaguey, una de las de mayores potencialidades culturales de Cuba, y que se enfila entre los atractivos para el turismo de ciudad.

El Museo Ferroviario, un proyecto dinamizador a cargo de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC), resulta un pasaje en el tiempo con la exhibición de locomotoras de vapor construidas en el siglo XIX y a inicio del XX.

La región exhibe disímiles atractivos arquitectónicos y espacios con rica historia, pues fue una de las primeras en Latinoamérica en tener su primer tramo de ferrocarril desde el 5 de abril de 1846 con la inauguración del recorrido entre Puerto Príncipe y la localidad de Nuevitas, donde radicó en 1514 la Villa principeña.

Visitantes de varias partes del mundo 'pueden disfrutar de un museo virtual donde con el empleo de nuevas tecnologías quien llega después de sacado su boletín, participa de un viaje imaginario con tres paradas, recibiendo toda la información disponible' promueve el portal digital de la OHCC.

Más allá de la explotación como atractivo turístico, 'en este proyecto se combina recreación con conocimiento. Cuenta con un aula para niños y jóvenes, que acogerá a varios círculos de interés de las escuelas cercanas', a decir de José Rodríguez, Director de la OHCC.

El uso del patrimonio para generar recursos económicos y financieros, resulta una de las claves para impulsar el turismo de ciudad en una localidad como la de Camagüey, cuna de importantes personalidades de la cultura cubana, como el Poeta nacional, Nicolás Guillén.

Ubicado en las proximidades del Centro Histórico, declarado por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad, el nuevo Museo Ferroviario asume la exposición de dos de las más antiguas locomotoras del país, con fecha de fabricación de 1882 y 1890.