La aspiración del Complejo Turístico de Gibara, operado por la cadena hotelera española Iberostar, es convertir a la Villa Blanca de los Cangrejos en un destino turístico completo, en el cual confluyan diversas modalidades como el turismo de evento, ciudad, recreativo y ecológico.

René Cobas Sierra, subdirector general de esa entidad, comentó que esa ciudad marina del oriente cubano tiene un plan de desarrollo hasta 2030, con la construcción de tres hoteles más: La Murcielaguina, el primer cinco estrellas de este destino, Bayado y el Gran Hotel de Gibara.

“En estos momentos está en fase de terminación la primera parte del hotel Bahía del Almirante, el cual pudiera convertirse en uno de los mejores productos de la zona con una vista de primera línea a la bahía gibareña”, agregó Cobas Sierra.

Esta fase inicial incluye seis habitaciones de estilo colonial, snack restaurante, lobby y patio interior. Para un segundo momento anexará un edifico en la parte trasera con 25 habitaciones más que, una vez concluido, hará de esta planta hotelera la de mayor capacidad con 31 plazas para el alojamiento.

A la par del desarrollo hotelero, se trabaja en otros productos como el Centro Recreativo Malecón, durante el cual se rescatará la piscina olímpica de Gibara.

“Proponemos asumir una de las construcciones emblemáticas de esta ciudad, conocida como el “Cuartelón”, para su conversión en un local polivalente, con salones multipropósitos, bar, cafetería, lo cual permitirá introducirnos en el turismo de evento”, significó el joven directivo.
Una de las inversiones a ejecutar próximamente es la remodelación capital de todo el edificio conocido tradicionalmente entre los gibareños como “La Concha”, primer balneario registrado en Cuba, el cual comprende el restaurante El Faro, Hostal Buena Vista y el Bar Coral.

“Para esta obra utilizaremos materiales resistentes a la salinidad con un diseño caracterizado por una imagen tradicional con aspectos muy modernos”, agregó.

Estos atributos otorgarán un estándar cuatro estrellas a las habitaciones del ¨Buena Vista¨, las mejores ubicadas de la ciudad: frente al mar”, apuntó.

El Complejo Turístico de Gibara potencia también una gastronomía que no compite con restaurantes de la localidad sino que ofrece una alternativa más por su variedad y empleo de recursos del patio.

Cada uno de los restaurantes está concebido para una cocina en específico, por ejemplo el del Hotel Ordoño es netamente internacional, el del “Arsenita” rinde tributo a la italiana; mientras que el Plaza Colón hace honores a la culinaria cubana; El Faro a la mediterránea y el Río de Mares a la gourmet.

Precisamente, en este último, una de las ofertas más demandadas es el bacalao sobre esponja de espinacas gratinado con salsa holandesa y refrito de ajos o la langosta a baja temperatura estilo biscuit.

Gibara, además, propicia el ecoturismo con excursiones a los Tanques Azules en la playa Caletones, paseos en bote por el río Cacoyugüín hasta su desembocadura en la bahía, visita a la Cueva de los Panaderos y por otros atractivos naturales.

Estas opciones, además de recorridos por centros de interés, como museos, la Fábrica de Tabaco o la Hilandería Inejiro Asanuma, hacen de Gibara un destino con suficientes potencialidades a descubrir y explotar.